sábado, 8 de enero de 2011

Desde la costa

Suena mi reloj biológico y me despierto
al igual que el día, el sol era una bola de fuego sobre el mar
me visto, llevo el termo, el mate y mi mochila
me voy a la costa

Había bastante viento, para no perder la costumbre en Puerto Pirámides
deje las cosas al lado de una piedra y me fui a caminar un poco por la orilla
lleve la cámara de fotos y disfrute capturando gaviotas en pleno vuelo
olas rompiendo en rocas, caracoles, algunos con fósiles pegados

A lo lejos sobre el mar veía una forma con color fluorescente
trataba de enfocar mejor con la cámara pero no podía entender que era
me senté sobre la arena, esperando ver que era, mientras matie un poco
al rato, esa forma, comienza a acercarse

Era un grupo de buzos que sus aletas salían del mar
espere que se acercaran a la costa y quería saber algo de lo que habían visto
había muchos extranjeros, sus acentos los delataban
uno de ellos traiga un alga de muy bellos colores, algo raro

Estaba por volver al hotel para ir a almorzar cuando a lo lejos
se ve una enorme bruma, algo así como una niebla
eran unas cuantas ballenas que habían llegado al lugar
se veían grandes pese a la distancia, algo realmente fascinante

Saque fotos y las admire por un rato
se estaba levantando viento por lo cual apure mi ida a comer
caminando hacia el hotel, me cruzo una persona y me dice, “lo vi sacar fotos a todo
vengase a la noche que va a ver cosas inigualables”

Me llamo la atención sus palabras, dude en ir pero accedí
me abrigue bien y me lleve un termo con café, quizás podía ser larga la noche
había una luna gigante, sobre el mar daba una sensación de camino sobre el agua
fotos, saque bastantes, la luna muy escurridiza, sin trípode imposible de sacar

Cuando me aprestaba a irme, veo sobre el mar, pequeños chispazos de luces
no era cercano a la costa, sino alejados
pensé en luciérnagas, pero no hacían un efecto sobre el mar, las chispas salían desde el mar
me asombro no había manera de capturarlas con la cámara, eran fugaces y muy rápidas

De repente oigo una voz, era con quien me había cruzado al mediodía
me decía, “vio que a la noche iba a vivir algo distinto”
no sabia como decirle lo que había visto, quizás temor a la burla, le digo, “vi chispas sobre el mar”
“Ahhh lo que usted vio son bioluminiscencias, algas y otras diminutas especies que producen luz”

El frío apretaba mas, le ofrecí café y un cigarrillo, estuve horas oyendo sus vivencias
las interminables cosas que no sabemos de la vida del mar, sus días y noches
lo sacrificado que es, que destino tenía este hombre a cuestas
un rato inimaginable, bajo la luz de la luna y compartiendo naturaleza con lecciones de vida


José Luis Schenone

viernes, 7 de enero de 2011

Mediterráneo

Calle angosta, flanqueada por una breve vereda
en las fiestas del barrio se adornaba con guirnaldas y mucho color
vivimos en una calle muy difícil de pronunciar para nosotros, Llull
fueron 7 años de vivir ahí, en ella una tupida arboleda

A metros una rambla solamente para personas,
árboles por doquier, negocios, muchos
la esquina del Tío Che, donde tomábamos los batidos de frutilla
la tertulia, esas tardes de verano con sus infaltables, chipirones, aceitunas, claritas, etc.

Recasens donde las provoletas con cebollas crocantes, nos hacían
vivir unos viernes especiales, obvio el espumante siempre nos acompañaba,
hacia un extremo de la rambla una gran avenida
en el otro, el mediterráneo

Ese mar azul, de aguas cálidas y poco oleaje
con arenas suaves y una gran delicia,
las mujeres haciendo topless
queeeeeeee interesante

Una vez estando tomando sol junto a mi esposa
escucho un hola, era la vecina del piso de arriba
venia con su bolsa de haber comprado el pan y su colorido vestido
puso sobre la arena su toalla, se saco el vestido y ¡¡¡solo tenia una tanga!!!

Al irnos de la playa mi mujer le pidió a la vecina, me devolviese mis ojos
estaban situados en un lugar de su cuerpo, las domingas
topless esa palabra que había oído mucho y vivido casi nada
ya saben había de todas las formas, tamaños y bueeee

A 7 cuadras estaba nuestra cita casi diaria, en verano nos esperaba
la playa Marbella, con su rambla y sus negocitos de venta de frutos de mar
el equipo siempre estaba preparado, la sombrilla, esterillas, el mate y toallas
varias veces hemos corrido a la sombrilla por alguna Tramontana inesperada

Todos estos toques tenia Poblenou, la cual encontraba muy parecida a Barracas
pero sin mar, un barrio que seguía siendo barrio pese a la urbanización
había sido el polo fabril de Barcelona, pero ahora en ruinas
si te habremos caminado, vivido, disfrutado, convivido, enamorado…


José Luis Schenone

Esa tonada

Salía del trabajo caminaba cuatro cuadras
atravesando una zona fabril
tanto al ir como para volver a casa
para llegar a tomar el subte

era un barrio de laburantes y pesado a la vez
las tardes de verano, sacaban sus sillas a la calle
para tomar el fresco y escuchar a los gitanos y andaluces
cantar sus canciones

muchas veces subía al subte y un grupo de gitanillos
con guitarra en mano cantaban como un grupo cantase algo para su equipo
a veces cambiaba el subte por el colectivo para escuchar
diferentes canciones que salían de cada una de las casas

había días que las paradas eran parte de algún cumpleaños
adornadas con globos y guirnaldas
los chicos bailando, gritando y saltando
siempre me gusto la chispa y alegría con la que se divierten

no puedo dejar de recordar la manera de hablar y los rostros de las andaluzas,
al igual que su belleza, rasgos turcos sobre una piel morena,
esos ojos negros y algunas ojos claros,
acompañadas de cabellos negros,
con verlas, te enamoras


José Luis Schenone

Solo una melodía

Venia de la calle, cansado
me pegue una ducha y prepare un mate
trataba de encontrar un poco de aire
en un día muy agobiante de calor

pasó un rato y me recosté en la cama
miré al techo sin ver nada, ni viento había
un coche muy rápido pasa por la calle
con el volumen de su música a todo lo que da,
era The Beatles con I saw standing there

de ahí recordé cuando en casa, yo chico, mi viejo oía esa canción
cuando mi problema era que se había salido una rueda al cochecito
mi vieja esperándome con el sandwich de salame y manteca
o Maby (mi perra) que la saque a pasear

cuantos flashes de mi vida por solo una canción
si hablara de cada una de las canciones que disfrute…
otra canción, una, que es de los dos,
que aun guardamos en nuestros corazones

que al oírla nos recuerdan nuestros rostros
cuantos, con solo contemplar su melodía
cerré mis ojos y vinieron imágenes a mi mente
tararie ese arte, escuche tu voz, cuanto me alegre

me levante, seguí con el mate
me volví a mojar la cabeza
fui a la computadora y me puse a escribir este relato
no se me ocurre nada, prendo la radio

suena otra melodía,
mi mente vuelve a divagar
esa maquinaria de recuerdos...

José Luis Schenone